En México y en el mundo hay muchas empresas que promueven que sus empleados trabajen más de 40 horas a la semana (u 8 horas diarias) para obtener más horas de trabajo por el mismo costo. En el caso de los proyectos, esto no debe aplicar de la misma manera.
Un proyecto normalmente está estimado tomando en cuenta 40 horas semanales para el desarrollo de las actividades. Por ejemplo, si un equipo de cuatro personas calcula que cierta actividad la van a termninar en cinco semanas, el cálculo que hace el Project Manager es simple: 6 personas x 40 horas semanales x 5 semanas = 1200 horas. Si el equipo, para realizar el cálculo, tomó en cuenta que sus jornadas laborales son de 10 horas diarias, quiere decir que aunque terminen en tiempo, el costo de la actividad se incrementará.
Supongamos que el equipo arriba mencionado logró terminar la actividad en cuatro semanas y dos días trabajando 10 horas diarias; tres días antes de lo planeado. En muchas empresas donde he trabajado esto sería considerado un éxito, pero al analizarlo bien nos damos cuenta que la actividad costó 1320 horas (6 personas x 50 horas semanales x 4.4 semanas = 1320 horas) ¡10% más de lo planeado!
Normalmente, una desviación del 10% no es considerada grave, y en este momento el Project Manager puede decir que está en tiempo pero sobre el presupuesto, al menos para esa actividad.
Desgraciadamente hay empresas donde sucede que aunque el empleado trabaje 10 o más horas diarias, al proyecto sólo se le cargan 8 horas. Esto es una práctica ilegal y como Project Manager no nos muestra un estado real del proyecto, sino más bien un reporte arreglado o "truqueado", el cual no sirve para tomar decisiones.
Como Project Manager siempre debemos asegurarnos que las horas se capturen correctamente para poder tomar decisiones acertadas acerca del futuro del proyecto; además es importante pensar que una persona que trabaja 10 horas diarias está dos horas menos descansando, y a la larga puede repercutir en el desempeño laboral
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